COLOMBIA (AndeanWire, 05 de Febrero de 2016) El crecimiento mundial sigue débil y es probable que la demanda externa de productos colombianos crezca más en 2016 que en 2015. Entre septiembre de 2015 y enero de 2016, el precio del petróleo cayó 33%. Esta caída implica deterioros adicionales de los términos de intercambio y del ingreso nacional del país. Con el anterior entorno y con el inicio del endurecimiento monetario en los Estados Unidos, la prima de riesgo de Colombia aumentó y el peso se devaluó 6,9% frente al dólar.

La débil demanda externa, la caída en los precios del petróleo y el mayor nivel de la tasa de cambio se han reflejado en el comportamiento del comercio exterior y en la cuenta financiera del país. Durante 2015, las exportaciones en dólares descendieron 34.9% anual, hecho explicado principalmente por la caída de las ventas externas de bienes de origen minero-energético (-46.5% anual). Entre enero y noviembre del mismo año el valor de las importaciones descendió 15% anual. La ampliación del déficit comercial de bienes explica en gran medida un déficit de la cuenta corriente en 2015 cercano a USD 19 mil millones. Se espera que en 2016 el déficit corriente se reduzca a cerca de USD 16 mil millones, como resultado de una caída proyectada de las importaciones de bienes y servicios, por la menor remisión estimada de utilidades de las empresas extranjeras y por la recuperación esperada de las exportaciones de origen industrial.

Las últimas cifras disponibles sugieren que el crecimiento del producto en el cuarto trimestre de 2015 habría sido similar al registrado en el tercero. La demanda interna se habría desacelerado, principalmente por un estancamiento proyectado en la inversión y un menor consumo de bienes durables. Las exportaciones netas habrían tenido un aporte positivo al crecimiento. Para todo 2015 se proyecta un crecimiento de 3% como cifra más probable, contenida en un rango entre 2,8% y 3,2%.

Según el equipo técnico del Banco, el crecimiento del producto en 2016 estaría en un rango entre 1,5% y 3,2%, con 2,7% como resultado más factible. Esta cifra refleja una demanda interna que se seguiría ajustando al menor ingreso nacional producto de unos precios promedio del petróleo que se proyectan para este año 34% por debajo de los de 2015. La mayor devaluación del peso induciría la sustitución de bienes importados por producción local y estimula las exportaciones.

2. Inflación

La inflación anual al consumidor en diciembre de 2015 fue de 6,77% y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica se ubicó en 5,43%. El aumento de la inflación en 2015 se explica principalmente por la transmisión parcial de la depreciación nominal a los precios al consumidor y a los costos de las materias primas, y por el fuerte incremento en los precios de los alimentos debido al fenómeno de El Niño. Las expectativas de inflación de los analistas, a uno y dos años, se sitúan en 4,5% y 3,7%, respectivamente, y las derivadas de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años superan el 4,5%.

Aunque históricamente la transmisión de la depreciación del peso a los precios al consumidor ha sido baja, el nivel de la tasa de cambio es inusualmente alto y persistente, y puede seguir impactando con rezago las cotizaciones de bienes y servicios importados. De igual forma, se proyecta que el deterioro en la oferta de alimentos continúe hasta el segundo trimestre de 2016, fecha a partir de la cual debería normalizarse el clima. En este contexto, si bien ambos choques son de carácter transitorio, pueden seguir teniendo un impacto negativo y directo sobre los precios, afectar las expectativas de inflación y activar mecanismos de indexación no deseados.

En este entorno, las proyecciones del equipo técnico, que tienen en cuenta una política monetaria activa, sugieren que la inflación anual seguirá aumentando hasta mediados de 2016 y que luego comenzará a converger a la meta del 3,0% hasta alcanzarla en 2017.

3. Decisiones de política monetaria

La nueva información indica que los incrementos mayores que los esperados en los precios de los alimentos y los aumentos adicionales de la tasa de cambio, relacionados en buena parte con la mayor caída del precio del petróleo en meses pasados, siguen presionando al alza a la inflación. Al mismo tiempo, las expectativas de inflación continúan altas y se mantiene un riesgo moderado de una desaceleración de la demanda interna en exceso de la compatible con la caída del ingreso nacional.

En el entorno económico descrito y con el fin de asegurar la convergencia de la inflación hacia el rango meta en un horizonte de dos años, la Junta Directiva decidió en octubre incrementar la tasa de interés de intervención en 50 pb y en cada una de las reuniones de noviembre y diciembre de 2015 y enero de 2016, aumentarla en 25 pb. De esta forma la tasa de interés de intervención se encuentra en 6%.

El 23 de diciembre de 2015, al considerar las condiciones de liquidez del mercado cambiario, la Junta decidió modificar el porcentaje para la activación de la subasta de opciones de desacumulación de reservas internacionales y del ejercicio de estas de 7% a 5%. El resto de condiciones del mecanismo se mantuvo inalterado.

FUENTE: BANCO DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA

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